La cardióloga pediátrica Elena Gómez Guzmán, coordinadora de cardiología infantil en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, explica cómo los avances en los tratamientos y técnicas de diagnóstico están permitiendo abordar, cada vez con más antelación, las cardiopatías congénitas.

Disponer de información desde las primeras semanas de embarazo, no solo está permitiendo mejorar el tratamiento de esta patología desde el punto de vista clínico, sino que también está disminuyendo la incidencia de cardiopatías graves.

En esta entrevista, Elena detalla cómo ha evolucionado en los últimos años el tratamiento de esta afección, gracias a una mejora del abordaje multidisciplinar.

Elena Gomez es cardiologa pediatrica en el hospital reina sofia de cordoba(P): Elena cuéntanos ¿qué supone el diagnóstico temprano de las cardiopatías congénitas?

(R):  El diagnóstico prenatal es un hito importante y supone un mejor manejo de la vida del paciente. Ya se puede diagnosticar a partir de la 14-16 semanas, menos de las 18 semanas, una cardiopatía grave. Esto es importante para que los progenitores conozcan qué tiene el bebé y puedan tener decisiones con una información adecuada.

Si deciden seguir adelante, se puede controlar mejor el embarazo y programar el parto en un centro especializado, que cuente con todas las opciones terapéuticas disponibles, hoy en día, para estabilizar al recién nacido y que llegue a la cirugía o cateterismo en las mejores condiciones.

(P): El avance en el diagnóstico prenatal, ¿puede influir en una menor incidencia de cardiopatías más graves?

(R):  Sí, está demostrado que el diagnóstico prenatal ha disminuido la incidencia de cardiopatías graves, como el Corazón Izquierdo Hipoplásico o el Canal Aurículo Ventricular (CAV), asociado al Síndrome de Down. Detectar precozmente la cardiopatía, permite que la familia cuente con una información detallada de la patología, cómo afecta a la vida de su hijo y qué se puede hacer. Muchos progenitores deciden interrumpir el embarazo y esto hace que baje la incidencia de cardiopatías graves.

(P): ¿Cómo ha evolucionado el tratamiento de las cardiopatías congénitas en los últimos años?

(R):  Los avances en cirugía cardiovascular, técnicas de circulación extracorpórea, monitorización anestésica durante los procedimientos y las mejoras de las UVIS pediátricas y neonatales nos permiten abordar, cada vez con más antelación, una cardiopatía congénita. Esto hace que el corazón no sufra una sobrecarga de volumen o de presión durante mucho tiempo.

Por ejemplo, hace unos años la Tetralogía de Fallot se intervenía cuando el paciente tenía más de dos años. Esta cardiopatía produce una estenosis importante de la arteria pulmonar y el ventrículo derecho se hipertrofia. Ahora es posible intervenir entre los 6 meses y el año de vida y los post-operatorios son mucho mejores porque el ventrículo derecho no ha sufrido esa sobre carga de presión durante tanto tiempo.

Igual pasa con las Comunicaciones Interventriculares grandes que inicialmente se trataban con una cirugía paliativa mediante un banding pulmonar para luego corregirlo. Hoy por hoy, ya se puede hacer una cirugía intracardiaca con pacientes, relativamente pequeños, y en una sola intervención se le soluciona el problema.

el diagnostico prenatal de las cardiopatias congenitas es un hito importante

“Una mejora en el abordaje multidisciplinar hace que se traten las cardiopatías congénitas de modo precoz”

(P): ¿A qué se debe esta evolución en el tratamiento de las cardiopatías congénitas?

(R): La evolución del tratamiento de las cardiopatías congénitas, en los últimos años, se debe a una mejora del abordaje multidisciplinar desde las unidades de intensivos neonatales y pediátricos; las unidades de anestesia; y la cirugía cardiovascular y hemodinámica. Todo ello hace que se traten estas patologías de modo precoz y que el resultado sea mejor.

(P): Teniendo en cuenta el porcentaje de personas que nacen con una cardiopatía congénita, ¿consideras que hay suficiente concienciación sobre esta afección?

(R):  No diría que hay falta de concienciación, sino que la ciudadanía nunca piensa o, en pocas ocasiones lo hace, que un niño o niña pueda estar tan gravemente enfermo. Normalmente, cuando comunicamos a una familia que su hijo o hija tiene una cardiopatía congénita grave, la gran mayoría no había pensado que esto pudiera ocurrirle o ni siquiera habían oído hablar de esta patología. Sin embargo, cuando se impulsan campañas de concienciación, recogida de fondos o actos de promoción siempre hay una buena respuesta y alta participación.

(P): ¿Cómo valoras el trabajo de entidades como la Asociación Corazón y Vida dando apoyo a las familias con niños y niñas con cardiopatía congénita?

(R):  Entidades como la Asociación Corazón y Vida ofrecen apoyo psicológico a las familias con hijos o hijas con cardiopatías congénitas, tanto durante la hospitalización como, incluso, desde el periodo prenatal cuando se diagnostica en el embarazo. Es importante este acompañamiento para que puedan entender qué les está pasando.

Otra labor importante que realizan es el alojamiento gratuito que ofrecen a familias de fuera de Córdoba o Sevilla. Disponer de un alojamiento hace más llevadero el tiempo, en ocasiones largo, que tienen que pasar en una ciudad que no es la suya y con un hijo o hija grave e ingresado/a en una unidad de cuidados intensivos.