El VRS aparece cada año durante la estación epidémica si bien los expertos aseguran que existen casos de contagio por VRS durante todo el año. El Virus Respiratorio Sincitial es el causante del 90 por ciento de los casos de contagio de bronquiolitis y principalmente afecta a la población infantil. Los síntomas más comunes de la bronquiolitis suelen ser los mismos que aparecerían en una gripe normal: congestión nasal, tos leve, mucosidad y fiebre. Dado que la bronquiolitis consiste en la obstrucción de las vías respiratorias, los primeros síntomas pueden llegar a agravarse unos días después causando a los bebés una dificultad en la respiración y la aparición de sibilancias. Esta enfermedad suele durar entre 7 y 32 días, aunque la media de duración es de 15 días.
Formas de prevenir el contagio por VRS
Cuando se trata de bebés pertenecientes a grupos de riesgo, los expertos recomiendan la inmunoprofilaxis con anticuerpos monoclonales que debe ser administrada mensualmente durante la época de mayor contagio (de septiembre a abril), lo que protege al niño y evita que el virus lo infecte.
Bebés en grupos de riesgo
En los bebés con cardiopatías congénitas el contagio por VRS puede complicar una cardiopatía de manera grave. Estos niños tienen mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias graves y a menudo, han de ser ingresados por ello. Además la infección por VRS puede ser la responsable del retraso en intervenciones programadas o de una recuperación postquirúrgica. A medio plazo, puede dejar secuelas como asma o problemas respiratorios durante la infancia del niño.
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